A mediados del mes de agosto circuló una carta publica emitida por la Asociación de Productores de Cacao Venezolano (Asoprocave) alertando sobre la situación de la la cosecha de cacao en algunas regiones de Venezuela, Luego un chocolatero, que pidió no ser identificado, comentó: «No hay cacao, las empresas están trabajando a media máquina.

A raiz de esto conversamos con Juana Gómez productora de cacao y lideresa de Asoprocave, ella es dueña de la hacienda La Cristalina, ubicada en el sector Los Valles de los Pilones de la parroquia Punta de Piedra, comunidad de Yoco, municipio Valdez, estado Sucre.

Juana explica que está situación se viene presentando desde el año 2020, y afirma que “también está en Monagas, en la frontera entre Cojedes, Guárico, Portuguesa y Barinas, así como en Carabobo hacia a la zona de Puerto Cabello, pero las zonas donde es más fuerte son Sucre y Miranda”.

Juana Gómez

“Según los abuelos esa enfermedad -refiriéndose a la escoba de bruja- siempre ha existido pero la falta de mantenimiento, atención fitosanitaria y rehabilitación han hecho que empeore”, continúa la productora.

Los productores de cacao señalan que no tienen atención ni apoyo del gobierno ni de las empresas que viven de los productores. “Ya qué no pagan el cacao para que podamos también nosotros vivimos dignamente, con lo cara que está la vida y también los productores sufrimos la inflación”, expresa Juana sin rodeos.

Además de la escoba de bruja, también hay presencia de mancha y para revertir esta situación es necesario “el apoyo a los productores en mantenimiento fitosanitario y rehabilitación con herramientas y un buen precio del cacao con atención social al productor. Ya qué sin productores no hay cacao y menos chocolate”.

“Ya nos hemos reunido con instituciones del gobierno regional y nos vamos a reunir con las distintas empresas nacionales”, señala Juana y aclara que “desde Asoprocave no queremos dinero, queremos es atención sobre todo herramientas para trabajar y mejorar nuestra hacienda y nuestro derecho al bien vivir”.

Juana, quien viene a Caracas esta semana a reunirse con industriales y exportadores, finaliza explicando que “nuestra lucha es ancestral, porque el Estado tiene una deuda social, cultural y laboral con los productores, al igual que la industria y los exportadores que, desde la compañía Guipuzcoana, siempre han explotado nuestro trabajo y nunca nos han valorado y reconocido”.